* IMPORTANTE * Antes de probar activos por tu cuenta, tenes que leer esto! *

Hola! Les cuento que hoy voy a subir un post diferente, que en realidad no fue pensado como un post aparte, sino como una introducción a la segunda parte del post de exfoliación, pero a medida que iba escribiendo, me di cuenta que necesitaba publicarlo aparte, porque considero que son temas que es necesario que yo escriba y desarrolle en profundidad, y que ustedes lean (con atención y hasta el final, preferentemente).

Como ya seguramente saben, no me gusta decir "compren tal cosa" ni recomendar fervorosamente ningún producto, porque la idea es que, con conocimientos, podamos nosotras mismas armar una rutina personalizada, con los productos que mejor nos van. Forma parte de mi filosofía de "no dar el pescado, sino enseñar a pescar". No por mala, no por aleccionadora, ni en lo más mínimo, sino todo lo contrario, considero que decir "esta crema está  buenísima" es mucho más cómodo (y hasta potencialmente redituable, como ya han comprobado otras bloggers) que tomarme el trabajo de explicar a fondo cómo funcionan los activos, los ingredientes, qué provocan en la piel, y para qué sirven. Y si lo hago es por algo: quieren una piel perfecta? Entonces no pueden tomar el camino fácil. No funciona así. Si quieren piel perfecta, o contratan una dermatóloga vip full time como hacen las celebrities, o aprenden a hacerlo ustedes como corresponde. La vida como DIY me ha enseñado esa lección en múltiples y variadas oportunidades.

Eso no significa que no voy a hablar nunca de productos. Voy a hacer reseñas de los productos que considero que están bien formulados y funcionan, y también les voy a contar cómo los busco y los encuentro, pero antes de eso, es necesario que yo explique la teoría, sino este espacio se va a convertir en un beauty blog más, y mi blog no es un beauty blog, lo que no significa que no bloguee en algún momento acerca de productos de belleza. Pero mi espacio no es eso, no quise que fuera eso cuando lo creé, y de hecho nunca esperé esta recepción, tanto interés, pensé sinceramente que me leerían algunos DIY en algún momento y listo, ustedes no tienen idea de la cantidad de gente que ha entrado a leer el blog y que me ha dejado mails en la casilla, además de los comentarios que leen todos... es decir, el blog tiene dos meses! Es un halago, una sorpresa, y al mismo tiempo una responsabilidad enorme.

Y a lo que quiero llegar con todo esto es a lo siguiente: TU piel puede ser muy distinta a MI piel, y lo que a mí me hace resplandecer, a vos te puede generar una dermatitis atópica. Más claro no puedo ponerlo. Es por eso que muchos blogs lo primero que dicen, cuando hablan de productos que realmente funcionan, es "consultá con tu dermatólogo". La realidad es que si no sabés bien lo que estás haciendo y tenés dudas o miedos, otra no queda. Yo soy una DIY de primer orden, yo hago cosas que ustedes, si supieran, se quedarían boquiabiertas (no sé si de admiración o de espanto, sinceramente!) pero no puedo esperar eso de todo aquel que me lee, más aún cuando yo escribía para otros DIY y me encontré del otro lado con lectoras que no son exactamente DIY, y que quieren saber más, y al mismo tiempo piden saber lo que hago yo para incorporarlo en sus rutinas. 

Yo soy la primera en incitar a explorar y experimentar (no voy a ser yo justamente la que recomiende una actitud "conservadora"!), pero cuando hacemos eso tenemos que estar conscientes de que nos tenemos que bancar las consecuencias indeseables, y les aseguro que las habrá. Me ha pasado a mí innumerables veces, de terminar con la cara muy irritada porque me pasé con los ácidos, la tretinoína o el dichoso peróxido de benzolio. Y qué hice? Busqué en Internet si lo que me pasaba era normal, me puse cremas cicatrizantes, salí a comprar cremas nuevas, probé y probé mil cosas y combinaciones, esperé a curarme, y empecé de nuevo. Pero todo eso lo hice porque me conozco la piel, y sí, a veces me paso, pero me la banco y de esa manera voy aprendiendo cuáles son los límites de mi piel y cuáles son las mejores formas y combinaciones para tratarla, sin pasarme para el otro lado. También sé que el período de usar activos muy intensamente no dura para siempre, que después puedo pasar a una rutina más tranqui de mantenimiento.

A veces suceden cosas en la piel que nos dejan descolocada, por eso tenemos que investigar, si decidimos meternos a fondo en algo, tenemos que hacerlo en serio y bancarnos la que se viene. Les voy a dejar un ejemplo personal: hace unos días quise experimentar un poco aumentando las dosis de tretinoína y me desperté al otro día con la cara un poco descamada y súper brotada, en las mejillas  y mandíbula especialmente, y un poco en el cuello. Mis brotes producto de las purgas no son inflamatorios (por suerte!), mi karma son los comedones. Me miraba la cara, me estiraba la piel, y me resistía a creer que TODOS esos brotes sean comedones. Pensé que sería irritación, pero no coincidían los síntomas ni mis antecedentes. Me intimidó un poco la cantidad de comedones cerrados color piel que tenía, realmente pensé que las épocas de purgar a lo loco se habían terminado. Analizando y usando la lógica, y sabiendo cómo funcionan los productos, tanto la tretinoína como el ácido glicólico y el ácido azelaico, todos combinados, que venía usando día y noche desde hace semanas me provocaron una tremenda purga (hablando de que las purgas pueden ser varias!), y cuando aumenté la dosis de tretinoína volaron algunas capas extra de piel del estrato córneo, y todos esos comedones (que venían "subiendo" desde las capas más profundas de la piel gracias al tratamiento con los tres ácidos) se hicieron visibles. Y no estaba equivocada: eran comedones. Y me llevó cuatro días extraerlos a todos (no se dan una idea lo que es tener suficientes comedones para extraer durante cuatro dias!). Durante esos cuatro días suspendí mi rutina habitual, aproveché y le di con todo a la piel, para que se descame y así poder yo acceder a todos los comedones y extraerlos (salían súper fácil, estaban bien blanditos y extraíbles).

Quieren que les cuente una curiosidad? Yo juraba y perjuraba para dentro mío que nunca en la vida había tenido acné en el cuello, por lo tanto los comedones que me salieron en el cuello en la purga anterior y en esta purga me tenían descolocada. Serían comedones nuevos, en vez de purga de comedones viejos que arrastro desde hace años? Y no, la piel no se olvida: ayer mirando fotos de hace diez años, me encuentro con una serie de fotografías que me tomé a cara lavada y en primer plano, y sí señores, tenía acné, comedones e inflamación en la zona del cuello también!

A lo que voy al contar esta historia, es que lo que yo escriba acá no es suficiente: tienen que investigar basados en su tipo de piel. Es muy posible que en cuanto empiecen a experimentar con activos, les pasen cosas que no se esperaban. Quizá tienen la piel muy sensible, y una crema con un porcentaje bajo de ácidos les genere un brote de irritación terrible. O se les empiece a descamar la piel como una serpiente. O les aparezcan arrugas de la noche a la mañana y la piel cambie su textura y pase a ser tipo papel de lija (producto de la deshidratación que provocan algunos activos --> me pasó!). Y pueden asustarse, es lo normal cuando no sabemos qué pasa. Y pueden ofuscarse, porque maquillarse con la piel descamada es lo más horrible que hay en el mundo. Y pueden deprimirse, porque la piel no tiene ese brillo saludable que soñaban, sino que parece un campo de batalla. Y pueden enojarse, porque el acné empeora, y ese empeoramiento (la dichosa purga) puede durar meses y meses y hasta quizá un año, dependiendo de la severidad del acné y de los comedones que esté "guardando" la piel en su dermis, que es una capa de piel que es profunda y no la podemos ver a simple vista. Y también ese acné puede dejar marquitas y manchas, que se suman a las manchas que ya tienen por los granos del pasado. Les puede suceder todo eso, y mucho más, muchas cosas que yo no puedo detallar hoy, ahora, porque no las viví, no conozco demasiado de la rosácea, ni de la psoriasis, ni del eczema, ni de muchas otras patologías que pueden existir como condición previa.

Es por eso que muchos blogs recalcan "consultá al dermatólogo!". Y yo les digo: si tienen dudas, si su piel es muy sensible o problemática, si tienen miedo o se sienten inseguras, si no creen que se  la puedan bancar solas cuando se les cague la cara, vayan a un dermatólogo y que al menos les haga control y las guíe. A mí no me gusta recomendar productos inocuos, que no sirven para nada, a mí me gusta gastar plata y tiempo y esperanzas en tratamientos que sirvan de verdad, pero esos tratamientos tienen su lado B. Es por eso que las marcas cosméticas no lanzan productos que hagan demasiado, porque si esos productos fueran efectivos, si sirvieran, también significaría que tendrían un potencial para irritarnos y empeorar algún cuadro dermatológico preexistente. Entonces su cremitas contienen muchos humectantes y emolientes, que son relativamente inocuos, y los pocos activos que tienen, están en porcentajes muy bajos, cuestión que no tengan problemas con nadie por su mal uso o su uso irresponsable. Y las cremas "posta" las tiene el farmacéutico, guardadas en sus cajones. Es así, lamentablemente es así (excepto contados casos). En Estados Unidos sí hay marcas de dermatocosmética que formulan productos "fuertes" y efectivos, porque hay un mercado que lo demanda.

Tener conocimientos también nos habilita a exigir más como consumidores. Si sólo conocemos basura, y no exigimos cosas buenas porque no sabemos que existen, entonces nos seguirán vendiendo basura. Que Estee Lauder se niegue a revelar el PH de sus limpiadores, habla a las claras de que su público no es aquel que suele exigir ese tipo de información. Estee Lauder le vende a las mujeres que quieren decir que usan Estee Lauder, que fotografían sus productos Estee Lauder, al lado de sus Clinique, Vichy y Creme de La Mer. Yo tengo un serum de Estee Lauder, el Advanced Night Repair, cuesta for-tu-na, fue un regalo, y lo uso todas las mañanas y todas las noches, pero a mi parecer, no sirve para nada. Mil setecientos pesos es lo que cuesta (100 dólares en promedio), tienen idea la cantidad de activos realmente efectivos que podría comprar con ese dinero? Creo que podría comprar los suficientes activos como para hacer un tratamiento de un año. Si valiera la pena, no me importaría comprar el serum porque puedo costearlo, pero realmente es necesario que un serum cueste ese dinero?

Seamos consumidores informados, tomemos el tiempo necesario para aprender sobre los temas que nos interesan, no nos dejemos embaucar por aclamaciones falsas y promesas vacías, que nos dejan las billeteras aún más vacías. Y si quieren embarcarse en el desafío de ser sus propios dermatólogos (o sus propios nutricionistas, o entrenadores personales, o lo que sea), les digo: bienvenidos al barco de los DIY!. Pero sepan que el viaje no será siempre con aguas tranquilas y cielos despejados. Y si no nos podemos bancar las tormentas, o no nos sentimos preparados para campear el temporal, entonces acudamos a un profesional que nos pueda orientar y controlar. Al menos iremos a la consulta con conocimentos suficientes como para saber si el médico que tenemos adelante es un versero, un comerciante, o si realmente sabe de lo que está hablando.

Nos seguimos leyendo!

Si querés seguir leyendo, podés consultar el Índice por Temas, con todos los post ordenados.