Rutina de Cuidados de la Piel - una Guía Básica

Hola chicas! Cómo están?? Yo por estos días agotada por el calor. Tengo necesidad de otoño!

Aprovecho la intro para contarles que estoy planificando ampliar los temas que se tratan en el blog, tengo pensado incorporar nociones de nutrición, entrenamiento, y cómo tratar la piel del cuerpo, también. Es decir, mi idea es ampliarlo a que cubra todas las cuestiones relacionadas con la estética. Si quieren me pueden contar en los comentarios qué les parece la idea, y qué temas les gustaría que desarrolle.
Estoy escribiendo el post de la tretinoína, que es el más pedido de todos, pero antes me parece importante que lean esto primero, para tener una idea de qué lugar ocupa la tretinoína en una rutina, cómo armar dicha rutina, y una serie de cosas que no estoy muy segura que hayan quedado claras.

A veces leo preguntas del tipo "necesito ayuda para armar una rutina para mi piel mixta", pidiendo más que nada recomendaciones de productos. Y cuando veo preguntas o pedidos así, no se bien qué responder, porque en realidad debería contestar con varias preguntas más. Qué es lo que buscamos cuando queremos armar una rutina básica? Buscamos humectación y protección solar? Esa podría ser una posibilidad, pero en realidad es una opción incompleta, una opción que se pierde de aprovechar muchísimas otras posibilidades.

En definitiva, qué es lo que creemos puede ser una rutina básica?

Primero, antes que nada, tenemos que definir cuáles son las metas para nuestra piel. Qué problemas enfrentamos? Tenemos piel grasa, granos y comedones, o tenemos piel seca y escamosa? Tenemos manchas? Pecas? Arrugas? Piel fofa y caída? Una rutina básica se arma partiendo de esas bases, para después ir incorporando ingredientes que nos ayuden a atacar esos problemas. Decir "tengo piel mixta" como una definición de nuestra piel no dice demasiado.

Si pusieron en práctica lo que han venido leyendo en este blog, podemos ir armando de a poco el rompecabezas del cuidado de la piel. A esta altura espero que estén usando una técnica de limpieza que proteja y cuide la piel, que puedan tener un diagnóstico preliminar del tipo de piel que tienen hoy en día, y quizá estuvieron usando algún ácido para renovar periódicamente la piel. Pero en cada comentario que recibo las preguntas son mas o menos siempre las mismas: cómo incorporo esta nueva crema (o serum, o lo que sea) que quiero empezar a usar, en mi rutina? La uso antes o después de la humectación? Cómo la combino con lo que ya estoy usando?

Para esas preguntas no hay una respuesta fácil. Lo ideal es aprender y masterizar lo básico, e investigar un poco cada vez que queremos incorporar algo nuevo.

Una rutina básica podría ser:

Mañana
- Limpieza con un limpiador suave (o si nos duchamos, ya con la ducha es más que suficiente)
- Tónico (si preferimos usarlo, no es imprescindible aunque hay algunos muy buenos)
- Protector solar con agentes humectantes (depende de la estación en la que estemos y de nuestra piel, quizá una crema humectante y un protector solar encima pueda ser un poco pesado).

Noche
- Remoción de maquillaje con aceite (para limpiar todo el maquillaje y protector solar oleoso)
- Limpieza con limpiador suave (para retirar el aceite y limpiar la cara)
- Crema humectante (de ser necesario)

Con esos pasos cubrimos lo más básico. Al limpiar correctamente impedimos que la piel acumule suciedad de los restos de maquillaje, protector solar y polución en los poros, al usar protección solar nos cuidamos del envejecimiento producto de los rayos UV del sol, y si es necesario podemos incluír una crema, serum, o algún tipo de humectación (en caso que la piel lo necesite, no por hábito).

Una vez que tenemos esos pasos incorporados, con productos que nos funcionan, podemos empezar a pensar en tratar los problemas que tenemos en mayor profundidad.
Algunos de estos problemas pueden ser:

Rostro
- Piel engrosada, con comedones, granitos, inflamada
- Piel tirando a seca, con envejecimiento prematuro
- Manchas, pecas, melasma
- Arrugas profundas, líneas de expresión
- Flaccidez, piel sin firmeza
- Rosácea
- Piel muy finita y/o piel opaca y sin brillo
- Ojeras violetas, marrones, con venitas, moradas
- Cicatrices
- Millia, quistes
- Capilares visibles
- Dermatitis atópica (piel reactiva que se irrita e inflama sin ninguna causa aparente)

Cuerpo
- Celulitis
- Queratosis pilaris (piel áspera y con micro-mini granitos)
- Foliculitis
- Arañas y venas
- Estrías moradas y estrías nacaradas
- Cicatrices
- Piel finita, piel seca, manchas, piel cuero viejo, dermatitis atópica

Esta es una lista que armé sin ningún tipo de orden, son problemas que pueden presentarse de a varios en un mismo rostro o cuerpo, o pueden aparecer de a uno, dependiendo del nivel de daño que tenga la piel y de nuestra genética. Hay problemas que podremos solucionar con constancia, paciencia, y usando las técnicas correctas, y hay otros que requerirán la intervención de un profesional, una operación, o el uso de aparatología.

A mí me encanta la estética, me gustan los spa, las camillas cómodas y las masajistas que aplican cremas con olores deliciosos. Me gusta la cirugía, ver lo que los cirujanos pueden transformar a partir de lo que parece ser una carnicería sangrienta. Pero después de muchos años y mucho leer, soy una firme convencida de que los mejores resultados en muchos problemas no necesitan de ninguna cosmetóloga con cremas maravillosas, ni cirujanos con manos expertas. Desde luego que un peeling al 70% de ácido salicílico va a tener resultados mucho más rápidos y drásticos que usar ese mismo ácido todos los santos días al 3%, pero por ahí no tenemos ganas de hacernos el peeling, ya sea por falta de tiempo, de plata, o de encontrar un profesional en quien confiemos, y eso no significa que tengamos que renunciar a mejorar con nuestras manos esos problemas que nos molestan. O mejor aún, si podemos acceder a las dos cosas (tratamientos drásticos profesionales y mantenimiento en casa) veremos resultados mucho más rápido.

Volviendo al tema, una vez que tenemos armada y en marcha una rutina básica, podemos empezar a experimentar con diferentes ingredientes activos y técnicas.
Algunos de los ingredientes y aparatos que funcionan (sin orden específico) son los siguentes:

- Tretinoína (la reina indiscutida del baile) y los menos eficientes retinol y retinal
- Ácidos glicólico, salicílico, mandélico (AHAs)
- Hidroquinona
- Dermarroller y dermapen
- Ácido Hialurónico
- Niacinamida
- Isotretinoína (familiar de la tretinoína, pero de dosificación oral)
- Peróxido de Benzolio
- Vitamina C en su forma de ácido ascorbico
- Vitamina E
- Ácido Ferulico
- Terapia hormonal
- Radiofrecuencia tripolar
- Algunos láseres
- Rellenos faciales en gabinete médico

Estos ingredientes serán efectivos mientras aprendamos a usarlos, a combinarlos, a comprar preparaciones que incluyan los porcentajes adecuados, y mientras tengamos la paciencia y la constancia necesarias. Como analogía, un automóvil es una herramienta maravillosa, pero si no sabemos conducirlo no es más que un cacharro que ocupa lugar en el garage.

Muchos de estos ingredientes estrella sirven para múltiples propósitos. La tretinoína es el más versátil de ellos, sirviéndole tanto a las pieles grasas y acneicas como a las pieles secas y envejecidas. Todos los demás, depende cómo los apliquemos y combinemos, pueden servir para más de un problema. Por ejemplo el combo hidroquinona 4% + ácido glicólico 10% es la fórmula de Neoquin Forte, una crema de farmacia despigmentante, sirve también para las pieles apagadas que necesitan renovación, es decir, usando esa crema no necesitamos un exfoliante químico aparte en la rutina. Peeero... si sabemos combinarla, por ejemplo con tretinoína, podremos lograr excelentes resultados, porque los tres ingredientes se combinan a la perfección. Ok, es un poco irritante y no es recomendado para el que no conoce mucho su propia piel y para los que tienen piel sensible, pero yo usaba esa combinación y era fantástica.

A lo que voy con esto, es que lo ideal es empezar con una rutina básica de limpieza+protector solar y vamos de a poco probando diferentes cosas. A medida que va pasando el tiempo y aprendemos a usar las cremas y combinar ingredientes, podemos tener una rutina avanzada que nos permitirá lograr resultados más drásticos y más rápido. Por ejemplo, mientras yo usaba ese combo de hidroquinona+glicólico+tretinoína, tuve unas purgas de comedones inverosímiles (es decir, material invisible a simple vista que estaba atrapado en las capas más profundas de la piel, y el tratamiento lo expulsó hacia fuera para que yo lo pueda extraer), cuestión que este verano no usé ningún activo y no tuve brotes ni comedones ni nada. Es decir, mi piel mejoró desde adentro con el tratamiento que hice. Pero no hizo demasiado por mis ojeras. Este año pienso volver a intentarlo, y si no pasa nada, o me resigno a tenerlas y taparlas con maquillaje, o contemplo la idea de hacer un relleno facial.

Aprender a combinar ingredientes no es fácil ni es algo que se aprende de un día para el otro. Tampoco es fácil aprender a combinar cremas, considerando que además del ingrediente estrella, las cremas preparadas tienen su propia textura, que por ahí es incompatible con la rutina que queremos armar. Por ejemplo, si uso un ácido glicólico al 10% en forma de crema densa, esa crema va a formar una película sobre la piel, impidiendo que luego absorba otra crema que por ahí querríamos incorporar. En ciertos casos podemos saltear esos problemas dejando pasar un tiempo entre aplicaciones. Esto es especialmente útil en el caso de los productos que dependen de un ph determinado para funcionar. Pongamos por caso la Vitamina C, que necesita un ph de máximo 3,5 puntos para hacer su magia. Si la aplicamos y enseguida ponemos encima una crema que seguramente tendrá un ph más alto, alteraremos el ph de la piel, con lo que la Vitamina C dejará de actuar.

Por eso es que indico en un primer momento empezar con rutinas fáciles, porque por ahí compramos 10 productos excelentes, pero los aplicamos mal, entonces no producen el efecto buscado, nos terminamos frustrando y los revoleamos por la ventana diciendo "esto no sirve!!". O peor aún, nos termina quedando la cara hecha un tomate y despelechada. Y no es que lo que nos compramos no sirve, sino que no estamos aplicándolos de la forma correspondiente.

Yo recomiendo arrancar con limpieza+protección solar y eventualmente un humectante (sólo si es imprescindible). Recomiendo también no abusar de los protectores solares, y usarlos únicamente cuando creemos que es necesario. Yo se que en todos lados van a leer que deberíamos ponernos medio pote cada dos horas por más que afuera llueva a cántaros y nosotros trabajemos desde casa, pero yo no opino lo mismo. Es por eso que recomiendo hacer el test del tipo de piel y prestar atención a cómo se comporta la piel en diferentes circunstancias. En mi caso, no siempre uso protector solar. Tengo una piel muy resistente, y el tiempo en el que me expongo al sol no le hace ningún tipo de mella. Distinto es el caso cuando estoy con tratamiento de ácidos, porque la piel en ese momento se encuentra más sensible y desprotegida, y requiere mayores cuidados. Como siempre digo: usemos el sentido común, tengamos criterio.

En esa rutina básica, luego, podemos analizar de agregar algún tipo de exfoliación. Como ya les expliqué mil veces, exfoliación no es sinónimo de rayarse la piel con una virulana, sino de elegir un exfoliante que actúe en las capas más profundas de la piel, para que se renueve desde adentro hacia fuera. El glicólico, mandélico, son ideales para eso, aunque las pieles más grasas se pueden beneficiar también del salicílico. Es cuestión de aprenderse lo básico, y salir a la calle (o a google) a buscar un exfoliante bien formulado en la zona donde vivimos. Y recuerden que a veces es necesario probar varios exfoliantes, diferentes ácidos, porcentajes, combinaciones, hasta encontrar el que es perfecto para nosotras.

Con limpieza+ps+humectante+exfoliación podemos decir que tenemos una rutina básica armada. Ahora, cada vez que querramos agregar algo, debemos pensar cómo adaptarlo a lo que ya estamos usando.


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Esto es todo por hoy! El próximo post (si es que no se me cruza algo por el medio) será el de la tretinoína. Les mando un beso, y nos seguimos leyendo!