Cuidado del Cabello: Una Guía (Muy) Básica

Buenas tardes mis queridas lectoras y lectores! Hoy quiero charlar un poco de un tema que me interesa mucho y que he estado investigando bastante recientemente: cómo lograr un cabello dócil, sano, y hermoso, aún a pesar de someterlo a tinturas, alisados, y cualquier tratamiento químico posible.

Antes de comenzar, quisiera comentarles que estuve alejada durante un tiempo del blog porque debí  viajar por trabajo, y después tuve un fallecimiento cercano en la familia, y cuando me di cuenta había pasado más de un mes desde el último posteo. Espero que disfruten este post que estoy subiendo ahora, es el primero que no trata de tema piel, así que espero sus comentarios!

Cuando hablamos de cabello, hablamos de un tema que es simple y complejo a la vez. Es simple porque, si lo comparamos con la piel, los problemas que puede tener el cabello son pocos. Pero también es complejo, porque la química capilar avanza mucho más rápido que la dermatológica, y surgen productos nuevos y efectivos (hablando siempre de reparación capilar) con relativa rapidez. También me he encontrado con otro problema: el secretismo en las fórmulas y las manipulaciones químicas son aún mayores en la química capilar. A veces ni siquiera los mismos estilistas saben con qué están trabajando exactamente. Hay también mucho producto trucho dando vueltas, trucho me refiero a que no está aprobado por el ANMAT (en el caso de Argentina), son preparados sin revisión, algunos incluso caseros, sin marca, de venta a granel y obviamente muy económicos.

Pero no quiero entrar en temas tan complejos todavía. Me gustaría dejarles unos conceptos básicos respecto de las buenas costumbres a la hora de cuidar el cabello. Más adelante voy a ahondar en el tema, quiero hablar de alisados, colorimetría, decoloraciones, caída del cabello, engrosamiento de la fibra capilar, enfermedades del cuero cabelludo, fórmulas químicas, ingredientes estrella, ingredientes "maquillaje", y cuáles son los que realmente reparan la fibra capilar.

Cuando se trata de cuidado del cabello, también nos encontramos con las páginas que yo llamo "vainilla", sitios web o notas de revistas que no tienen información real, buena, científica, y que se dedican a divulgar mitos que son obsoletos y que no son reales. En este post, entonces, apenas voy a dar unos lineamientos generales respecto de este tema.


El cabello se fortalece de adentro hacia fuera

Pongo primero este punto porque es el más importante de todos los puntos: una nutrición completa y un nivel hormonal equilibrado serán la causa principal del estado en el que tendremos el cabello. Claro que si lo decoloramos 5 tonos juntos con 40 volúmenes se va a quemar todo y la nutrición no va a tener nada que ver con el pelo destruído, pero dejando esas circunstancias de lado, la salud del pelo (que no se caiga, que crezca fuerte y vigoroso, que sea grueso y resistente a los agentes químicos) tiene que ver con lo que sucede del lado de adentro de la raíz.

No voy a entrar en detalles ahora respecto de las vitaminas y minerales que hacen a la salud y fortaleza de la fibra capilar, sólo voy a decir que cuando el pelo crece finito y sin vida, debemos mirar hacia adentro y no hacia el frasco de shampoo. Y no solo vale para el pelo: las uñas también deben su fortaleza a lo que le damos de comer al cuerpo.

En mi caso particular, como a veces sigo dietas muy específicas, desde hace años me acostumbré a tomar un multivitamínico todos los días. También tomo magnesio, y como una banana diariamente por el potasio. Desde que empecé con el multivitamínico noté un cambio muy grande, especialmente en las uñas. Solía tenerlas quebradizas, se separaban en capas, se quebraban fácilmente. Ahora desde hace años que son fuertes y resistentes, y tanto las uñas como el pelo me crecen muy rápido (y también las cutículas y el vello corporal, lamentablemente!).

Como recomendación general, un multivitamínico todos los días puede hacer una gran diferencia, especialmente si vivimos una vida acelerada y comemos mal, salteamos comidas, no consumimos verduras orgánicas sin pesticidas, etc.


Cuidados básicos en casa

La forma en la que cuidamos el cabello en casa día tras día influye mucho respecto de la salud que éste tendrá. En este apartado quiero hablar de pequeños detalles que parecen insignificantes pero pueden hacer una gran diferencia.

1.- Usar el shampoo correspondiente de acuerdo al tipo de cabello.
No es lo mismo lavar un cabello virgen, graso y grueso a lavar un cabello teñido de rubio, finito y seco. Dependiendo del estado en el que se encuentra el pelo, deberemos elegir el tipo de shampoo. Ejemplos: los cabellos teñidos no deben usar shampoo con sulfatos, ni shampoo para cabello graso, porque esos shampoo son muy fuertes y lavan muy rápido el color. Los cabellos con tratamiento de alisado también deben usar shampoo sin sulfatos, porque los sulfatos hacen que el alisado dure menos. Los cabellos grasos sí necesitan de un detergente un poco más fuerte en el shampoo, pero no deben abusar porque si lo resecan mucho, tenderán a generar más sebo. Lo ideal es comprar shampoo y acondicionadores en casas de peluquería, no es necesario gastar una fortuna y comprar L'oreal, Kerastase o Matrix, podemos elegir marcas nacionales, ir probando hasta encontrar una que nos guste o buscar recomendaciones. En el caso del cabello sucede lo mismo que con la piel: lo que se consigue en el supermercado suele ser lo peor que hay en el mercado.

2.- Usar una vez por semana un shampoo de limpieza profunda.
Los productos que usemos para desenredar, las cremas y líquidos capilares, los acondicionadores, la polución, el cloro del agua, etc, van dejando residuos en la fibra capilar. Para hacer una "limpieza profunda" del cabello, es recomendable usar una vez por semana o cada dos semanas un shampoo que contiene surfactantes (recuerdan el post de limpieza de la piel?) que son más fuertes en su poder de limpieza que los que se usan en líneas generales en los shampoo diarios. Esto permite barrer con todo el producto acumulado en la fibra capilar, y "resetear" el cabello, que estará con sus cutículas más abiertas y receptivo a (por ejemplo) un tratamiento de nutrición intenso. OJO: este tipo de shampoo son más fuertes y por eso barren con el color en cabellos teñidos. Si tenemos el cabello teñido no debemos abusar de este tipo de shampoo dado que sino el color nos durará menos y se lavará enseguida. Para cabellos teñidos la rutina de cuidado debe ser diferente.

3.- Acerca de la periodicidad de los lavados.
En este punto debería escribir "no lavar el cabello todos los días", pero es un consejo que me cuesta mucho seguir. Mi problema antes era que tenía el cabello un poco graso, y no me duraba limpio más que un día. Hoy no tengo ese problema, pero sí tengo otro (en general en el verano, a pesar del aire acondicionado): suelo transpirar un poco por las noches cuando duermo. Cuando me despierto tengo el pelo opaco e impresentable. Además me gusta salir de mi casa limpia, recién bañada. Cuando lo lavo todos los días, uso un shampoo sin sulfatos muy, muy suave, y además de eso, diluído en agua (tengo una botella preparada con 1/4 de shampoo y 3/4 de agua). Justamente el problema con el lavado diario es que exponer el cabello a los detergentes de los shampoo lo percude, lo debilita, el color en el cabello teñido se lava más rápido, los tratamientos de alisado y el color duran menos tiempo. Ahora que hace frío estoy (con mucho esfuerzo, debo decir) lavándolo día por medio. El mío es un problema más bien de la cabeza (pun intended!): necesito bañarme completa para sentirme 100% limpia. Estoy trabajando en esos problemitas.
Conclusión: no lavarse el pelo todos los días es lo ideal.

4.- Acerca de los acondicionadores, ampollas y cremas de tratamiento.
Como en el caso de los shampoo, busquemos productos en tiendas especializadas, de marcas que elaboren para peluquerías o para cuidados especiales. Cualquier acondionador que tenga muchas siliconas (cualquier cosa que termine con -cone, como por ejemplo dimethicone) se debe considerar como un "maquillaje", servirá sólo para cerrar la cutícula cuando lo usamos, pero no servirá como tratamiento. Hay miles y miles de productos para elegir, miles de ingredientes, por ahora elijamos uno recomendado, y lo usamos sólo en medios y largos.

5.- Enjuagar el cabello a conciencia.
Para que brille y no luzca opaco, pesado, y sin vida, tanto el shampoo como el acondicionador o los baños de crema que usemos, deben ser enjuagados completamente. Lo ideal es invertir en una bomba de agua para tener una buena presión de agua en la ducha, lo cual nos facilitará el enjuagado, especialmente si tenemos mucho pelo, o pelo largo. Si no enjuagamos bien, los productos que usamos se van acumulando en la fibra capilar, y evitará que el cabello tenga movimiento y brille.

6.- Calidad del agua de enjuagado.
Quizás esto las sorprenda, pero la cantidad de minerales que contiene el agua puede tener mucho que ver con un cabello deslucido, opaco, con frizz, sin vida. Esto es porque ciertos minerales se depositan en el cabello y se van acumulando formando un residuo que no lo quita el shampoo (especialmente si se enjuaga con esa misma agua problemática). Más adelante voy a ahondar en este tema, pero les anticipo que si en sus casas tienen agua "dura" (agua con muchos minerales), ahí podría encontrarse la raíz de los problemas que puedan tener con el cabello.

7.- No refregar el pelo al secarlo con toalla.
Cuando secamos el cabello debemos tratarlo con el mayor de los cuidados. Lo ideal es usar una franela para secarlo, es una tela de microfibra suave al tacto, en vez de usar la tela de toalla que es más agresiva. Al cabello se lo escurre delicadamente y luego se lo envuelve en la franela, sin restregar, dejando que la tela absorba el agua durante (por lo menos) cinco a diez minutos. Si lo refregamos para secarlo, abrimos la cutícula del pelo (ya llegará la clase de fisiología) y lo dañamos (léase frizz, encrespamiento, etc.). Si no tenemos franela, usamos una remera de algodón, y no lo refregamos, sino que apretamos suavemente los largos de manera que la remera absorba toda el agua.

8.- Ser MUY cuidadosa al peinar el cabello.
Este punto es muy conocido, sin embargo no es siempre aplicado. Tironear el pelo hace que se rompa, se caiga, se estropee. Debemos peinarnos con un peine de dientes anchos, preferentemente de madera (el plástico corta la fibra capilar) y con toda la delicadeza y el tiempo del mundo. Si el cabello está muy enredado, es señal de que sus cutículas están abiertas, y éstas funcionan como un velcro: se traban unas con otras, y eso genera que el cabello se enrede. En ese caso, debemos analizar la idea de encarar un tratamiento de reparación capilar, y mientras tanto, usar cremas para peinar que ayuden a aplanar las cutículas del pelo para que se facilite el peinado.

9.- No atarse el cabello.
A veces es difícil cumplir esto, pero atarse el pelo lo daña, no sólo en la raíz, al tironearla, sino también en la zona donde está la coleta, dado que la misma fricción y tirantez cortan el pelo, lo debilitan y lo estropean. Si debemos atarnos el pelo, que sea el menor tiempo posible, y es preferible usar ganchos para el pelo antes que coletas, y nunca atarlo y que quede tirante. NUNCA irse a dormir con el pelo atado.

10.- Invertir en un buen secador de pelo.
Mi vida cambió el día que me compré un secador de pelo en un negocio de productos de peluquería. Esos secadores baratos que no tiran nada de flujo de aire sólo sirven para perder tiempo. La clave para tener el cabello seco con secador en dos minutos (exponiendo lo menos posible el cabello al calor) es secarlo cuando está húmedo pero no mojado, usarlo a la potencia máxima pero con el nivel de calor medio, y moverlo constantemente, no dejarlo fijo en ninguna parte de la cabeza. Les aseguro que el resultado es un cabello prolijo, sin usar planchita ni cepillo de brushing. Y siempre usar un protector térmico antes de aplicar el calor.


Decoloraciones, Tinturas y Alisados

Para que el pelo no se arruine cuando le cambiamos el color, debemos siempre usar productos de primera calidad y técnicas adecuadas. Lamentablemente, salvo contadas excepciones, teñirse en casa no es buena idea. Tampoco lo es acudir a un salón de peluquería y que nos atienda un novato que no sabe nada, y que nos termine destruyendo el pelo peor que si lo hubiésemos teñido nosotras. Muchas mujeres se tiñen en su casa porque se han cansado de buscar colorista, de decepcionarse, de que les hagan cualquier cosa en el pelo. Ser colorista no es lo mismo que aprender a cortar el pelo: se requiere que la persona haya estudiado en un buen lugar, que haya entendido lo que se le enseñó, que tenga criterio y que use productos de buena calidad. Muchos "coloristas" hacen un cursito de dos meses y ya salen a quemar cabellos. Lo ideal es buscar colorista que explique lo que hace, que tenga trabajos para mostrar, que se mantenga al día con las últimas técnicas y productos, en definitiva un profesional serio y responsable.

Ustedes se preguntarán por qué no aliento a aprender a teñirse una misma, siendo que yo estoy a favor del DIY. El problema es que el cabello no da mucho margen de prueba y error. En el caso de la piel, si nos despelechamos por un ácido muy fuerte, con el cuidado apropiado en unos pocos días la piel vuelve a su normalidad, pero un cabello quemado significa meses y meses o a veces años hasta que vuelve a crecer. Muchos daños se pueden reparar, pero también llevan mucho tiempo y paciencia. Hay mujeres que se tiñen a sí mismas y les queda bien, y está buenísimo, pero ciertos colores requieren de conocimientos avanzados, especialmente si es necesario hacer una decoloración.

En el caso de los alisados, el problema es el secretismo. Hay algunos alisados que no contienen formol, pero son los menos, y como hay mucho preparado "trucho", en la etiqueta dirá que no contiene, pero por ahí sí tiene formol. Y el formol alisa, pero también daña el cabello (de la salud no voy a hablar hoy). Lo mismo sucede con los llamados "shock de keratina" o "botox", son nombres genéricos para cualquier producto que ni siquiera se sabe bien qué contiene, y para que dejen el cabello lacio sí o sí contienen formol. No es bueno exponer el pelo a mucho formol porque a la larga lo debilita. Es un tema que llevaría muchos posteos explicar, por eso solo voy a aclarar esto por ahora: lo ideal es saber qué nos estan aplicando en la cabeza. Y tanto los alisados como los shocks o los baños de nutrición sí son cosas que podemos hacer en casa, si aprendemos a comprar el producto adecuado y en el caso de los alisados, si contamos con la ayuda de alguien para las partes de la cabeza que no alcanzamos. La clave siempre es usar la técnica que corresponde para obtener los mejores resultados.


Espero que les haya gustado esta primera aproximación a este tema. Les mando un caluroso abrazo y nos leemos en los comentarios!